Grados de pérdida auditiva
La hipoacusia o pérdida auditiva surge en el momento en el que una persona tiene dificultades para percibir los sonidos con la misma intensidad y volumen. Puede ser por diversas causas y afecta a una buena parte de la población.
De hecho, según un informe internacional elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se calcula que una de cada cuatro personas presentará algún tipo de pérdida de audición en el año 2050. En dicho estudio, destacan la importancia de la prevención y de la atención temprana.
Ante los primeros síntomas de hipoacusia es crucial aducir a un especialista en este ámbito para hacer un diagnóstico preciso de la patología que lo puede estar causando y evaluar el grado de pérdida auditiva. Pues lo cierto es que existen diferentes niveles según el porcentaje de sonido que el paciente está perdiendo.
Pero, ¿cuáles son estos diferentes grados?, ¿cómo se mide la sordera? A continuación, te lo explicamos al detalle.
Los diferentes grados de pérdida de audición
La pérdida auditiva puede tener diferentes causas. Es muy habitual que esto ocurra de forma gradual y progresiva, por lo que es importante conocer el nivel de audición con el que cuenta el paciente en cada momento. Esto permite proponer las soluciones más adecuadas a cada circunstancia y adaptadas a las necesidades del usuario, por ejemplo, incorporando un audífono adaptado a su patología.
Cuanto mayor sea el grado de pérdida auditiva, más problemas tendrá el paciente para hacer su día a día con normalidad y, sobre todo, para comunicarse correctamente con otras personas.
Estos son los diferentes grados de pérdida de audición:
- Audición normal: un grado de audición normal es el que permite percibir los sonidos suaves por encima de los 20 dBHL.
- Pérdida auditiva leve: en un grado leve hay dificultades para la comprensión en entornos ruidosos y se perciben los sonidos hasta los 25 y 39 dBHL.
- Pérdida auditiva moderada: se presentan problemas para la comunicación sin la ayuda de un audífono y el mejor oído se sitúa en los 40 y 69 dBHL.
- Pérdida auditiva severa: acarrea la necesidad de un implante o una prótesis potente para la audición y se perciben los sonidos hasta los 70 y 89 dBHL.
- Pérdida auditiva profunda: es una sordera que implica el uso de la lengua de signos y está por encima de los 90 dBHL.
¿Cómo se mide el grado de pérdida auditiva?
Para medir el grado de pérdida de audición es necesario que un especialista realice una prueba llamada audiometría o audiograma. Puedes acceder a un centro homologado en el que te ayudan a interpretar los resultados aquí: https://www.audioguia.info/prueba-audicion/audiometria/
Este audiograma es un gráfico que proporciona toda la información sobre las capacidades de audición de una persona. Muestra los diferentes umbrales de audición según las diversas frecuencias del sonido que un paciente percibe. De esta forma se puede determinar con exactitud si se tiene una audición normal, una pérdida leve, moderada, severa o profunda.
Durante el proceso se efectúan diversas pruebas. Lo habitual es que se coloquen unos audífonos y se vayan transmitiendo los diferentes tonos puros con una frecuencia y volumen determinado en cada ocasión, de esta forma, el paciente hace una señal en los momentos en los que percibe el sonido y se puede evaluar en qué punto deja de captar los audios.
El grado de pérdida de audición, ¿por qué es importante saberlo?
Cuando aparece la hipoacusia, esta suele ser un síntoma de una enfermedad, una infección previa o el desgaste del oído por el paso del tiempo en pacientes con edades avanzadas. Determinando la causa es posible controlar su evolución a partir de ese momento y, al conocer el grado de pérdida auditiva, es posible proponer soluciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes y que estos puedan comunicarse con mayor eficiencia en su vida diaria.
En la actualidad hay una gran cantidad de audífonos diferentes que permiten a las personas con hipoacusia aumentar el volumen de los sonidos externos para que puedan percibir mejor todos los estímulos, comunicarse con otras personas y hacer una vida mucho más normal.
Los audífonos se adaptan a cada paciente según la anatomía de su oído, la patología que padecen y el grado de audición que tienen. Sin este dato, será muy complicado que este aparato cubra realmente sus necesidades, pues hay que configurarlo para que suba el volumen en las frecuencias en las que el usuario está perdiendo calidad auditiva. Esto es diferente en cada persona.
¿Qué hacer si se detecta una pérdida de audición?
La pérdida auditiva no tiene por qué ser síntoma de una enfermedad importante, no obstante, crea una gran cantidad de dificultades en el día a día y puede ser muy molesto cuando se detectan los primeros síntomas.
El primer proceso será acudir a un especialista para que evalúe la posible causa de esta pérdida de audición. A continuación, él será quién solicite una audiometría para comprobar el nivel de pérdida de audición y ofrezca una información más detallada.
Con esta prueba, el paciente puede acudir a un centro especializado para solicitar un audífono o una prótesis que se adapte a sus necesidades y que mejore su capacidad de comunicación. A partir de ese momento, será cuestión de hacer las pertinentes revisiones periódicas y realizar un buen mantenimiento del audífono.
Si la hipoacusia no es de un grado muy elevado, las personas con este problema pueden tener una vida prácticamente normal y comunicarse en todos los entornos con la ayuda de estos aparatos que se muestran muy eficientes en la actualidad.