Los 10 animales más peligrosos del mundo
Si nos paramos a pensar en la cantidad de animales de todo tipo que viven a nuestro alrededor sin que seamos, en ocasiones, conscientes de su existencia pone en evidencia la superioridad que creemos tener frente a ellos, pues aunque tenemos medidas para protegernos de los animales salvajes, al cabo del año se siguen cobrando víctimas. Estos accidentes no son culpa de los animales, sino de los seres humanos que invaden sin cuidado sus territorios e intimidad, cometiendo deslices y provocando que, en ocasiones, los animales opten por atacarnos en vez de huir. Aunque probablemente podríamos incluir a los seres humanos en esta lista, y encabezaríamos la lista, nos centraremos en el resto de animales con los que compartimos planeta y que provocan más muertes al año para hacer un ranking de los 10 animales más peligrosos del mundo.
10. El hipopótamo
A pesar de su aspecto afable y torpe, los hipopótamos pueden ser verdaderamente peligrosos y mucho más rápidos de lo que podemos pensar, tanto en agua como en tierra. Los hipopótamos son muy protectores con su territorio, consigo mismos y con su familia, lo que acompañado de su gran tamaño, los 48 km/h que puede alcanzar en tierra y sus enormes colmillos le permiten cobrarse unas 500 víctimas humanas al año.
El hábitat de los hipopótamos cada vez se ve más mermado por la cercanía y acción de las personas, por lo que no es raro que se produzcan tantos ataques.
9. La tenia
No todos los animales necesitan garras y dientes para acabar con la vida de una persona, y este es el caso de la tenia. Las tenias son unos parásitos alargados, parecidos a un gusano, que usan nuestros cuerpos para su beneficio propio, alimentándose y reproduciéndose con la comida que ingerimos, hasta que ocurre una gran infestación.
Estos animales matan a unas 700 personas en todo el mundo al cabo del año propagando una infección a través del excremento humano potencialmente mortal llamada cisticercosis, aunque los casos suelen ser más frecuentes en zonas con condiciones higiénicas bajas, como en las áreas rurales de ciudades en desarrollo.
8. El cocodrilo
El cocodrilo ya infunde respeto solo con un su aspecto que parece recién sacado de la época de los dinosaurios, y lo cierto es que es uno de los animales actuales que mejor conserva su estado original desde la época en que los grandes reptiles poblaban nuestro planeta. Aunque los datos son aproximados, pues los accidentes entre cocodrilos y personas tienen lugar en zonas donde no se especifica siempre la causa de la muerte, se estima que el cocodrilo mata a unas 1.000 personas al cabo del año; sobre todo en el continente africano.
Su potencia y resistencia física combinada con una mandíbula poderosa y velocidad son suficientes para eludir cualquier intento de acercamiento por parte de los humanos.
7. Ascaris lumbricoides
Al igual que las tenias, el ascaris lumbricoides acaba con la vida de una 4.500 personas al año a través de una infección mortal: la ascariasis. La mayor parte de estas muertes tienen lugar en regiones del mundo con clima cálido y húmedo con malas condiciones de higiene del agua y alimentos, como en poblaciones en desarrollo, lo que favorece la aparición y supervivencia de este gusano que se propaga esparciendo sus huevos a través de los excrementos humanos.
El ascaris lumbricoides es, además, el nemátodo intestinal de mayor tamaño, llegando a medir hasta 55 cm de largo en el caso de las hembras.
6. La mosca tsé-tsé
Aunque la mosca tsé-tsé llegó a ser un verdadero problema en la región de África subsahariana con 10.000 muertes al año, parece que pronto esa cifra comenzará a disminuir. La Glossina, popularmente conocida como mosca tsé-tsé, es tan mortal por propagar la conocida como enfermedad del sueño, una enfermedad que en los humanos comienza con dolores de cabeza y articulaciones, fiebre y picazón para acabar provocando problemas neurológicos graves que acaban con la vida del enfermo.
Esta enfermedad tiene cura, pero hay una gran cantidad de personas en las zonas rurales de África que no tienen acceso a ella ni a unas condiciones sanitarias básicas.
5. Los triatominos
Los triatominos son una subfamilia de insectos con alas que viven principalmente en el continente americano, pero también se les puede encontrar desde México hasta Argentina. Se les conoce popularmente como “chinches del beso”, y su peligrosidad radica en que contagian la enfermedad de Chagas a través de sus excrementos, que colocan en la piel de las personas cuando pican para extraer sangre.
La enfermedad de Chagas afecta gravemente al corazón y al estómago, lo que provoca que estos insectos sean responsables de unas 12.000 muertes al año. No existe una cura específica para la cura de esta enfermedad, pero sí se pueden tratar los problemas derivados tras su aparición.
4. El caracol
Existen más de cuatro mil especies de caracoles de agua dulce que podemos encontrar en todos los ecosistemas de agua dulce del planeta, desde charcas hasta ríos y lagos; y aunque parezcan inofensivos, según la OMS, los caracoles de agua dulce provocan entre 20.000 y 200.000 muertes de personas al año.
Los caracoles de agua dulce portan consigo gusanos parásitos que infectan a las personas con una enfermedad conocida como esquistosomiasis, una enfermedad crónica que afecta a la piel, vejiga, el sistema cardiopulmonar y los intestinos de las personas que cuando se manifiesta provoca dolor abdominal, fiebre, diarrea y ocasionalmente lesiones en el sistema nervioso central, lo que acaba provocando la muerte.
3. El perro
El perro es uno de los animales más extendidos del planeta desde su domesticación, ya que acompañan a las personas en cualquier región del mundo y su número se ha multiplicado. En algunas zonas subdesarrolladas del planeta, los perros abundan sin control sanitario y en gran número, lo que ha provocado que el número de víctimas causadas por ellos haya aumentado considerablemente.
Los perros transmiten el virus de la rabia, que puede prevenirse con la vacunación regular de los perros o de las personas en caso de contraerla, y cuya relación con los casos de infección (y muerte) es del 99%, lo que eleva a 35.000 víctimas anuales y al perro como el tercer animal más peligroso del mundo.
2. La serpiente
Aunque el veneno de las serpientes se lleva utilizando en medicina y estética desde hace muchos años, sigue siendo igual de mortal si la dosis excede lo que el cuerpo humano puede soportar. No todas las serpientes cuentan con colmillos cargados de veneno, pero las que sí los tienen pueden llegar a matar hasta 100 personas con una sola picadura, como es el caso de la serpiente de Taipán.
Los ataques suelen tener lugar en regiones en desarrollo, donde las personas prácticamente conviven a diario con las serpientes, lo que inevitablemente aumenta el riesgo de picadura y lleva a 100.000 muertes anuales registradas como consecuencia.
1. El mosquito
El primer puesto de esta lista de los animales más peligrosos no lo ocupa ni una animal de potente mandíbula, agilidad felina o gran tamaño, sino el pequeño mosquito. Existen hasta 3.000 especies de mosquito registradas por todo el planeta que se cuentan por millones de ejemplares, por lo que no es de extrañar que se cuenten unas 750.000 muertes de personas al año por su culpa.
Los mosquitos son tan temibles porque transmiten enfermedades mortales, tales como el dengue, la fiebre amarilla, la malaria o la encefalitis a través de su picadura. En algunas zonas rurales en desarrollo del mundo, con limitaciones para acceder a curas o tratamientos, esto supone un enorme riesgo de fallecimiento para las personas.
Aunque algunos de estos animales no provocan estas muertes con agresividad o en defensa propia, como es el caso de los insectos y otros animales que transmiten infecciones y enfermedades, se consideran igualmente peligrosos, por lo que si viajamos a zonas donde son más frecuentes debemos tomar precauciones. Además, no debemos olvidar que todos los animales son peligrosos de una u otra manera, pues necesitan mecanismos de defensa para poder sobrevivir en estado salvaje y, aunque muchos optan por la huida, no dudarán en usarlos contra las personas si se sienten amenazados, por eso siempre debemos intentar respetar a cada individuo y no invadir sus hábitats.